domingo, 28 de marzo de 2010
sábado, 27 de marzo de 2010
viernes, 26 de marzo de 2010
INFOLECTURA LLEGA A PIURA
domingo, 21 de marzo de 2010
viernes, 19 de marzo de 2010
3ª FECHA: SÁBADOS CULTURALES
ASOCIACIÓN CULTURA Y SOCIEDAD "ALFARERO"
Fundada el 15 de Enero del 2008
Este 20 de Marzo en la Casa de la Emancipación
GRUPO LITERARIO VOCES DE TINTA DE LA UNT Y SU RECITAL POÉTICO EN HOMENAJE A VALLEJO
El Grupo Literario "Voces de Tinta" de la Universidad Nacional de Trujillo se presenta por segunda vez para rendir homenaje al poeta universal de La Libertad: César Vallejo. Por eso, la Asociación Cultura y Sociedad "Alfarero" y la Casa de la Emancipación del BBVA Banco Continental, ubicada en el Jirón Pizarro 610, invitan a Usted y familia a la tercera fecha de los Sábados Culturales, donde, además, se realizará el segundo Sorteo Literario, con el fin de promover a nuestros escritores peruanos.
"Voces de Tinta" reúne a un conjunto de estudiantes que irrumpiendo de la cotidianidad universitaria llevan a cabo la purgación de sus manifestaciones estéticas", dice el profesor Zorán Herrera Mejía, prologador de la primera "Albor" Revista de Poesía de este importante Grupo Literario que ya se ha ganado un sitial en la creación poética de la Región. Por eso, Erich Nabis, Dido Padilla, Tiodoberto Sevillano, Marco Estrada e Iván Castillo, con todo el ímpetu de la juventud, rindiendo homenaje a César Vallejo, que este mes de marzo cumple un aniversario más de su natalicio, leerán su poesía, fresca como la lluvia, limpia como el esplendor y humana como la esencia de la vida.
Y con el impulso de esta juventud literaria que irrumpe en el parnaso estético de la Región, la Asociación Cultura y Sociedad "Alfarero" recuerda a todos los escritores y artistas de La Libertad que quieran pertenecer a nuestra institución, que estan abiertas las puertas para que se afilien, pues este año esperamos inscribirnos en los Registros Públicos para lograr así nuestros objetivos. Además, pedímos mil disculpas por tener que postergar la Primera Exposición de los Escritores de La Libertad, por motivos ajenos a nuestra voluntad, pero esperamos pronto poder realizarla.
Así, la Asociación Cultura y Sociedad "Alfarero" y la Casa de la Emancipación del BBVA Banco Continental, reiteran a Usted y familia la invitación a esta tercera fecha de la Sábados Culturales, donde, junto al Grupo Literario "Voces de Tinta" de la UNT, estaremos homenajeando una vez más a nuestro poeta universal César Vallejo. ¡Prohibido faltar!
domingo, 14 de marzo de 2010
viernes, 12 de marzo de 2010
AUGUSTO RUBIO PRESENTA LIBRO EN TRUJILLO
Cuando nací, nadie me dijo que arrancar el cordón umbilical de un mordisco podría provocar una desgracia; nadie me advirtió que cuando anocheciera -en la clínica- vendría el cuco al que todos los niños y sus madres temen; tampoco me hablaron del amor, el dolor o el odio; y si acaso alguien se aventuró a conocer mi alma e intentar amarla cuando estuve grande, quien sabe fue porque le resultó imposible resistir la mirada triste (y de niño-suicida) que siempre tuve.
En el tiempo en que nací, en casa nadie hablaba de poesía sino de la turbidez del aire, la buena pesca, las huelgas de los obreros y de la ropa húmeda tendida en los cordeles, apestando; cuando era niño, mamá iba y venía de su oficina haciendo sonar sus tacos desde lejos y dotaba mi mundo de alegría a su llegada, de pequeñas sonrisas con hoyito dibujadas en los cachetes de cuando se es tierno, cuando provocamos nuestro primer incendio –inextinguible- en la cabecita de los fósforos recién hurtados y no se sospecha aún nada malo de la vida.
Nadie conoce tanto los secretos de mi soledad como los que se han acercado a mi poesía; y hablo no sólo de los poemas que han surgido de ésta mi cabeza é libro (así me dicen en los bajos fondos), sino también de aquellos que se han constituido en mis siempre vivas lecturas y en experiencias vitales. a Tere -mi madre- por ejemplo, jamás le sugirieron en su momento echar a la basura el biberón y el andador obsoletos que mi difunto padre adquirió para su pequeño vástago, tampoco comprar periódicos, libros y revistas que ella jamás leería y esparcirlos -como juguetes- sobre los muebles de la sala. De ese tiempo proviene –ahora lo sé bien- mi impureza, mi pasión, el estar harto de ser yo, el vicio éste que me conduce a la muerte.
Quien les habla -o les escribe- no tiene nada sino poesía para justificar la vida. Eso es lo que soy y esto es lo que he escrito. A estas alturas, es evidente que no me importa o no sé cómo demonios terminar de darle forma a esta especie de introito absurdo, y no me avergüenza decirlo; al contrario, me enorgullezco de ello. Supongo que si hubiese hablado ahora mismo en difícil me hubiera otorgado cierto caché o valor agregado ante los lectores, y si hubiese citado algunos autores y obras clásicas o si las hubiese analizado, interpretado y comparado -de refilón- con mis poemas, a la luz del existencialismo, la semiótica, la hermenéutica, el psicoanálisis y los patrones o vanguardias existentes, otra sería la impresión que dejaría a quienes aún persisten en la lectura de esta nota introductoria y anodina que he titulado de manera subrepticia en honor a una vieja pero querida canción y a su antigua filosofía.
En realidad -y aunque nadie me crea- pasaba de casualidad por esta esquina (por acá ando a veces, cuando no estoy en Twitter). Pasaba y sólo quise detenerme un toque a pedir prestado un lápiz y decir algunas cosas que siempre quise decir pero nunca pude (en verdad jamás me dieron espacio). Pasaba por esta calle para asomarme a alguna ventana abierta de descubrimiento o de confirmación. Quien sabe en el fondo no intentaba sino aprovechar la página en blanco para ejercitar el desapego, el silencio y el desprecio por el orden de esta podrida sociedad en la cual sobrevivimos; quien sabe sólo quise solidarizarme con los hombres y mujeres que padecen en la poesía la más horrible variante de la soledad: la soledad del que ni siquiera se tiene a sí mismo; tal vez me acerqué a ustedes para confiarles que a veces uno aspira a escribir un libro que se comente a sí mismo, que constituya una declaración sin palabras (y muchas veces se fracasa).
Así -como se colige-, yo no soy nadie para decir línea alguna sobre mi poesía ni sobre la poesía de nadie; el tiempo, la crítica y los verdaderos lectores dirán si “Poquita fe” está vivo o si nació muerto, si es poderoso y capaz de promover el pensamiento y la discusión o si para nada sirve y urge echarlo a la hoguera (que se lo lleve el camión de la basura), al olvido. Decirles nomás que los poemas incluidos en esta apretada selección personal (una pieza más de mi prontuario) fueron escritos con el espíritu subversivo que siempre ha conducido mi existencia, decirles que el presente es lo único que tenemos y es lo único que hay (like the song), y que como bien señala Cioran -viejo pata, mejor amigo-, sólo es subversivo el espíritu que pone en tela de juicio la obligación de existir.
En el tiempo en que nací, en casa nadie hablaba de poesía sino de la turbidez del aire, la buena pesca, las huelgas de los obreros y de la ropa húmeda tendida en los cordeles, apestando; cuando era niño, mamá iba y venía de su oficina haciendo sonar sus tacos desde lejos y dotaba mi mundo de alegría a su llegada, de pequeñas sonrisas con hoyito dibujadas en los cachetes de cuando se es tierno, cuando provocamos nuestro primer incendio –inextinguible- en la cabecita de los fósforos recién hurtados y no se sospecha aún nada malo de la vida.
Nadie conoce tanto los secretos de mi soledad como los que se han acercado a mi poesía; y hablo no sólo de los poemas que han surgido de ésta mi cabeza é libro (así me dicen en los bajos fondos), sino también de aquellos que se han constituido en mis siempre vivas lecturas y en experiencias vitales. a Tere -mi madre- por ejemplo, jamás le sugirieron en su momento echar a la basura el biberón y el andador obsoletos que mi difunto padre adquirió para su pequeño vástago, tampoco comprar periódicos, libros y revistas que ella jamás leería y esparcirlos -como juguetes- sobre los muebles de la sala. De ese tiempo proviene –ahora lo sé bien- mi impureza, mi pasión, el estar harto de ser yo, el vicio éste que me conduce a la muerte.
Quien les habla -o les escribe- no tiene nada sino poesía para justificar la vida. Eso es lo que soy y esto es lo que he escrito. A estas alturas, es evidente que no me importa o no sé cómo demonios terminar de darle forma a esta especie de introito absurdo, y no me avergüenza decirlo; al contrario, me enorgullezco de ello. Supongo que si hubiese hablado ahora mismo en difícil me hubiera otorgado cierto caché o valor agregado ante los lectores, y si hubiese citado algunos autores y obras clásicas o si las hubiese analizado, interpretado y comparado -de refilón- con mis poemas, a la luz del existencialismo, la semiótica, la hermenéutica, el psicoanálisis y los patrones o vanguardias existentes, otra sería la impresión que dejaría a quienes aún persisten en la lectura de esta nota introductoria y anodina que he titulado de manera subrepticia en honor a una vieja pero querida canción y a su antigua filosofía.
En realidad -y aunque nadie me crea- pasaba de casualidad por esta esquina (por acá ando a veces, cuando no estoy en Twitter). Pasaba y sólo quise detenerme un toque a pedir prestado un lápiz y decir algunas cosas que siempre quise decir pero nunca pude (en verdad jamás me dieron espacio). Pasaba por esta calle para asomarme a alguna ventana abierta de descubrimiento o de confirmación. Quien sabe en el fondo no intentaba sino aprovechar la página en blanco para ejercitar el desapego, el silencio y el desprecio por el orden de esta podrida sociedad en la cual sobrevivimos; quien sabe sólo quise solidarizarme con los hombres y mujeres que padecen en la poesía la más horrible variante de la soledad: la soledad del que ni siquiera se tiene a sí mismo; tal vez me acerqué a ustedes para confiarles que a veces uno aspira a escribir un libro que se comente a sí mismo, que constituya una declaración sin palabras (y muchas veces se fracasa).
Así -como se colige-, yo no soy nadie para decir línea alguna sobre mi poesía ni sobre la poesía de nadie; el tiempo, la crítica y los verdaderos lectores dirán si “Poquita fe” está vivo o si nació muerto, si es poderoso y capaz de promover el pensamiento y la discusión o si para nada sirve y urge echarlo a la hoguera (que se lo lleve el camión de la basura), al olvido. Decirles nomás que los poemas incluidos en esta apretada selección personal (una pieza más de mi prontuario) fueron escritos con el espíritu subversivo que siempre ha conducido mi existencia, decirles que el presente es lo único que tenemos y es lo único que hay (like the song), y que como bien señala Cioran -viejo pata, mejor amigo-, sólo es subversivo el espíritu que pone en tela de juicio la obligación de existir.
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* Tomado de la nota introductoria de "Poquita fe" (Bisagra Editores. Huancayo, 2010), el nuevo libro de Augusto Rubio Acosta.
* Tomado de la nota introductoria de "Poquita fe" (Bisagra Editores. Huancayo, 2010), el nuevo libro de Augusto Rubio Acosta.
jueves, 11 de marzo de 2010
Escritor Cajamarquino presenta libros
FRENTE DE ESCRITORES DE LA LIBERTAD
INVITACIÓN
PRESENTACIÓN DE LOS LIBROS DEL ESCRITOR CAJAMARQUINO
WILLIAM GUILLÉN PADILLA
INVITACIÓN
PRESENTACIÓN DE LOS LIBROS DEL ESCRITOR CAJAMARQUINO
WILLIAM GUILLÉN PADILLA
Planetario Astral (Poesía) a cargo del poeta Bethoven Medina Sánchez
Actos & Relatos (Narración) a cargo del escritor Alejandro Benavides Roldán
Escritos del Oidor (Narración) a cargo del escritor Enrique Plasencia Calvanapón
CASA DE LA EMANCIPACIÓN
Viernes 12 de Marzo - 7.30 pm.
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